Santiago Villarreal Cuéllar
La hermosa Villa de Guatypan (Gaitana),
fundada el 18 de diciembre de 1538, cuatro meses después de Bogotá, no ha
evolucionado poblacionalmente como quisiéramos los hijos de esta bella tierra. Mientras
la fría Bogotá se convirtió en capital de la república, nuestra vieja comarca
no alcanza ni siquiera a ser un barrio de la populosa urbe. Tenemos una
majestuosa catedral, cuya mezcla de
arquitecturas europea y hebrea la convierte en una de las más lindas del
Huila; un clima maravilloso como no lo tiene el sur del país; se respira una
paz envidiable y su extraordinario recurso humano se destaca por su
laboriosidad, tenacidad, pero sobre todo por su honestidad. Con una agricultura
diversificada, este hermoso municipio produce desde ganado vacuno, porcino,
equino, en menor escala, hasta café de la mejor calidad, cebolla, plátano,
yuca, maíz y otros cultivos de pan coger.
En las décadas de los años cincuenta y
ochenta, Timaná fue visitada por miles de personas procedentes de diferentes
regiones de Colombia y del exterior, siendo conocida en muchos lugares. ¿Por
qué? Gracias a Rosa Salazar, una mujer que muchos catalogaron de bruja, otros
de médica popular y muchos como un ser milagroso. Esta señora no fue ninguna
charlatana como las que abundan hoy solo por lucrar sus bolsillos, sino un
chamán femenino que curaba enfermedades del cuerpo y del alma. Después de su
muerte en 1988, Timaná dejó de ser centro turístico de muchas personas que
llegaban buscando alivio a sus necesidades materiales y espirituales.
Con la construcción de las vías de cuarta
generación, nuestro bello terruño será uno de los beneficiados con la variante
Neiva-Santana. Hay un debate sobre la conveniencia o no del paso de esta vía
por uno de los costados del casco urbano; o si por el contrario, esta
importante carretera se construirá a cierta distancia del caserío. Me parece
que esta constituye una gran oportunidad para desarrollar de una vez por todas,
el área urbana de esta Villa de ensueño, si la variante se traza y construye
alejada de la misma. Algunos piensan que de ocurrir esto último, el pueblo se
morirá y no volverá a ser turístico. Pero existen muchos ejemplos en el mundo,
en Colombia y el Huila, que cuando una vía pasa alejada del sector poblado,
obligan a los urbanizadores extender sus construcciones hasta los lugares de
tránsito masivo. Veo una Timaná urbana extensa, llegando hasta lugares antes
impensables para construir viviendas, si permitimos que la vía se trace alejada
del actual perímetro; de no ser así continuaremos siendo un pueblito perdido de
Colombia.
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