NARVAEZ
En el fragor de las elecciones atípicas a la gobernación
me salen a flote las siguientes preguntas: ¿Qué pasó
para que haya un sólo candidato a la gobernación?
¿Cómo se configuró el voto en blanco como segunda
opción? Las respuestas serán tratadas a modo de con-
jeturas.
El perfil síquico de un político efectivo está en la fron-
tera invisible de un alto nivel de autoestima: creer en ti
mismo si quieren que te crean (Jordi Segarra); y la otra
frontera, un ego radicalizado en una figura sintomática
de un estado paranoide: un “Yo” imprescindible donde
soy el centro del mundo y los otros(hasta los míos) son
un rebaño prescindible. Síntesis: “sin mí nada es posible”.
Son dos mundos el normal y el patológico.
Primer hecho, un sólo “Yo”:
Estas elecciones a la gobernación en el Huila, uno de los
actores políticos se configuró bajo un estado Paranoide,
explico: Cielo le niega al “Otro” el reconocimiento y su
legitimidad. Para ella: él no tiene ni debe tener un espe-
jo donde compararse, lo segrega y lo niega: “No es Blan-
co”. O soy, “Yo”, Cielo o no es nadie. El “Otro”, en su delirio
no existe en físico pero sí como símbolo: “No Blanco”, lo extrapola y lo dicotomiza.
Segundo hecho, una visión totalitaria de la sociedad:
En las relaciones democráticas normales, sin un(a) para-
noide en el medio, es fundamental la distinción con el otro,
el diferente: reconocimiento y alternatividad en el poder.
Alfredo Perez Rubalcaba, político español, considera que
“uno de de los hechos más importantes para la democracia
es que la oposición se reconozca como perdedor: hay que
ser un buen perdedor en las urnas” y en los tribunales judi-
ciales. Cielo y su grupo, son malos perdedores, el no tener
un candidato para la gobernación se ajustan a una visión
totalitaria de la sociedad: el que está conmigo, está con-
migo y sino está contra mí. Explico: sólo existo “Yo” como
gobernadora y “Victima”, y sólo existe el “Otro” estigma-
tizado en el concepto de “Villano”.
Una observación sobre el voto en blanco, lo considero un
componente importante y esencial para nuestra democracia, pero en este caso particular, cuando está apalanca-
do por un sector político tradicional con una maquinaria
política poderosa y que puede reconstituirse en el corto
plazo en el poder, merece otro análisis como lo expuesto.
Conclusiónes: los mecanismos paranoides es una herra-
mienta teórica que contribuye a desnudar a líderes y co-
lectividades diseñados y manipulados bajo el encanto to-
talitario (Jesús A. Valencia). Otro elemento de la paranoia,
Según Freud, es la presencia de un deseo homosexual
reprimido por parte del paranoide, para esté análisis no se
tocó el tema porque no es relevante y no lo creo así. La
cura a la paranoia de Cielo son terapias de Risoterapia.
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